El pirata del Guayas, novela que narra la vida de ocho delincuentes en el Ecuador, se inscribe en los debates por la modernización del sistema represivo, de herencia colonial, de las nuevas naciones americanas.
Como observa María Teresa Aedo, el problema de la reforma carcelaria tenía como objetivo político inmediato "apartarse de las instituciones coloniales por considerarlas retrógradas" -cuestión que implicaba en términos prácticos acabar con los castigos físicos y las humillaciones públicas a los reos-, pero debía, también, hacerse parte del proceso de construcción del imaginario de la delincuencia y del crimen en una sociedad que pretendía ser moderna ("Panóptico, novela y sociedad modernas en Chile y América Latina: El pirata del Huayas (1855), de Manuel Bilbao". Atenea, número 505, primer semestre, 2012, p. 269).
El pirata del Guayas, en este sentido, tomando como base un caso histórico, "despliega un proceso de ficcionalización de la delincuencia que le permite explorar sus causas sociales profundas e incorporar elementos no considerados en la discusión parlamentaria e intelectual de la época, tales como la historia de vida del delincuente, su perspectiva subjetiva, su voz y su discurso".
Fuente: www.memoriachilena.cl