aplicados al fisco, tuvo algún remedio su codicia. Esta providencia tan del servicio de Dios y aumento de la cristiandad, que tuvo este augusto monarca solicitó el P. Fr. Francisco de Carvajal, que se reforzara; y conseguida sobre-cédula del señor Felipe Segundo para su ejecución, la tuvo tan puntual en este Reino, que luego que la recibió el Presidente Venero de Leyva, la mandó pregonar en todo él. Los encomenderos, temerosos de perder sus encomiendas, dieron más lugar a la enseñanza de los doctrineros porque en los años antecedentes, más parecían sus capellanes que párrocos, según la mayoría, con que los trataban ellos y sus mayordomos; juzgaban que era suyo cuanto tenían y adquirían los indios y con esta cédula empezaron a reconocer, que solo es un tributo el que deben dar al César, por la imagen de su señorío, pero que el alma en que está señalada la imagen de Dios, desde el bautismo, se le debe entregar con la observancia de su ley; y que para cumplir