La venganza de Atahualpa

Ver libro

Juan Valera

Si las mujeres no leen ni mis versos ni mi prosa, ¿quién los leerá? Yo disto mucho de ser un sabio. Yo no aspiro a enseñar nada. Yo no he descubierto ninguna útil o encumbrada verdad. Yo no trato de abrir nuevos senderos al errante género humano. ¿Para qué escribo entonces? Por este pícaro prurito de escribir, de que no puedo libertarme.
Así cavilaba yo, y seguía escribiendo sin poder remediarlo; porque, si yo hubiera podido remediarlo, no hubiera escrito. Yo seguía escribiendo sin fe y sin esperanza.
Esta obra teatral fue dedicada a la Excma. Señora Marquesa de Heredia, lectora augusta de Juan Valera, quien al saber que dicha señora lo leía y sus versos de memoria sabía, se sintió de tal agrado que vió el cielo como abierto.