Mientras regala hasta el último rubí y las hojas de oro de su capa a los habitantes más pobres de su ciudad, una escultura vive, junto a una pequeña y diligente golondrina, el más incondicional de los amores.
A veces una vida no es suficiente para que podamos comprender lo que necesitamos aprender. En ocasiones, pasamos nuestros días sin poner suficiente atención, sin abrir bien los ojos, sin detenernos a analizar qué significa lo que vemos y por qué actuamos de una u otra forma.
Es muy importante que estés siempre despierto, que mantengas tu corazón limpio y abierto, que te des la oportunidad de aprender todo lo que puedas, que sepas valorar cada momento vivido, y que entiendas que hay cosas que solamente tú puedes hacer en este mundo.
Para aprender a ver y a entender es importante no dejarse distraer. Escucha a tu corazón, ayuda a tus semejantes y verás que serás como el príncipe feliz.