Debido a que los habitantes del Perú prehispánico no contaban con la escritura, todo su rico y complejo universo religioso comenzó a perderse irremediablemente con la llegada de los españoles y la imposición del cristianismo como religión exclusiva. Paradójicamente el principal documento con el que se testimonia hoy esas religiones se debe a un sacerdote católico, el cusqueño Francisco de Ávila (1573-1647), quien en su trabajo de extirpación de idolatrías recogió por escritor un extenso testimonio oral en la zona de Huarochirí, en el que se narraban buena parte de esos mitos prehispánicos.
Los diversos relatos recopilados por Ávila constituyen una singular cosmogonía evidentemente de origen preincaico, relacionada con las culturas que influenciaron en la zona de Huarochirí y Yauyos, en la región centro-oriental del departamento de Lima.
Fuente: elmontonero.pe