Medida por Medida tiene la profundidad moral de una gran tragedia y la inteligencia ácida de una comedia.
Comedia cuando el duque de Viena se aleja temporariamente del trono y lo delega en el intolerante Ángelo, cuya primera tarea es ejercer justicia en un caso de amor inconveniente, el de Julieta y Claudio, a quien ha condenado a muerte. Es un conflicto pasional de aire simple y consecuencias mayores, que supera los límites de la intimidad y se vuelve cuestión de poder; que enfrenta la cordura con los sentimientos, la castidad con el abuso y la licencia y pone en crisis los valores morales de una sociedad no siempre remilgada. El resultado es una de las obras más complejas y perfectas de Shakespeare, un texto capital, donde cada verso resplandece de sencilla eficacia y cada escena de verdades antagónicas.
"No conozco otra obra eminente de la literatura occidental tan nihilista como "Medida por Medida", una comedia que destruye la comedia. Sólo queda la maravillosa imagen del disoluto Bernardino, que, reacio a morir por la persuasión de los otros, deja a lo humano una esperanza mínima en su lucha contra el estado".
Harold Bloom