En sus líneas, Juan Rulfo dibujará –a través de un monólogo a un personaje boderline, que a pasear de encontrarse al margen de la sociedad, habitante de un lugar invisible para el mundo y marcado para siempre por la locura, parece no ser consciente de su precaria condición, por el contrario narra su vida con gran ingenuidad, despojando de cualquier tragedia situaciones que para cualquier miembro de la sociedad constituirían algo terrible, contándolo con un lenguaje cotidiano y natural. De esta forma, hace que la realidad sea mucho más implacable, que si lo contara desde el dolor. Para Macario, ésa es simplemente su vida, y así da cuenta de ella.
Fuente: educacion.elpensante.com